Cuando amas a alguien

Cuando amas a alguien: - tratas de no hacer cosas que le hagan sentir mal, - tratas de hacer cosas que a él le guste, - te procupas por agradarle, - piensas mucho en él, - actúas mucho en función de él, - hablas mucho sobre él, - buscas siempre sentirte cerca de él, - te basta su compañía para sentirte mejor, - los problemas pasan a un segundo plano, - ves la vida diferente, con menos dolor. Ahora podemos evaluarnos: ¿acaso amamos a Dios?

Nuestra responsabilidad

Cuando vivimos situaciones complicadas, solemos quedarnos en la queja o en la lástima o en la indignación o en el sentimiento de injusticia. Si no tenemos la capacidad de descubrir nuestra responsabilidad en cada cosa que nos pasa; estaremos condenados a que siga sucediendo o a que nos vuelva a pasar.

Oportunidades espirituales

El "universo" únicamente nos da oportunidades para que seamos más espirituales. Por ejemplo: ¿cómo podemos aprender a amar a nuestros enemigos si no se nos presentan personas que "nos hagan daño"? Cuando hayamos aprendido a amarlas, pues ya no las necesitaremos, ya no se presentarán o ya no nos sentiremos heridos.

En situaciones difíciles

Toda situación difícil (personal, familiar, social) no es más que una oportunidad para fortalecernos espiritualmente. Dichas situaciones son necesarias para sacar "músculos espirituales". Mientras no lo hagamos, Dios debe mantener las situaciones para así darnos más oportunidades. Es por eso por lo que muchas veces Dios, Jesús, la Virgen o los ángeles no parecen responder como lo esperamos. Somos nosotros los que debemos buscar qué hacer con esas situaciones para acercarnos a Dios en vez de alejarnos. Entender esto es lo primero que debemos hacer para salir adelante. Tu pregunta ahora debería ser: ¿cómo saco músculos espirituales?

Menos útil a Dios

Si en vez de escribir tanto y hablar tanto yo hiciera más milagros, la gente me seguiría más.  En ese caso, le serviría más a la gente pero sería menos útil a Dios. Menos mal que Dios sabe lo que hace.

Parte del problema es...

Parte del problema es que la gente cree que la espiritualidad no sirve para lidiar con los problemas.

Oblígame a buscarte

Si sospecháramos lo grande que es el amor que Dios nos tiene, le pediríamos constantemente: "Dios, rómpeme la vida hasta que me vea obligado a buscarte."