Cuando se trata de Dios
Cuando se trata de Dios, no sustituyas lo que sientes en tu corazón por lo que tu mente te proponga o se argumente. Hay cosas que no tienen explicación racional.
Las respuestas que buscas llegarán en su momento; solo sé consecuente con lo que sentiste. Tu mente se puede equivocar, tu corazón no.
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