Aun a quienes lo rechazan

Cuando encuentras a Dios y comienzas a entregarle tu esfuerzo de vida, la paz que comienzas a sentir es incomprensible para otros.
Y si llegas a intentar compartir con tus familiares y amigos lo que encontraste, es una muy buena señal que se incomoden contigo, se molesten y hasta algunos te abandonen. Tanto es así, que el mismo Jesucristo lo advirtió:
Mateo 13:57 (TLA)
Pero ninguno de los que estaban allí quiso aceptar las enseñanzas de Jesús. Entonces él dijo: «A un profeta se le respeta en todas partes, menos en su propio pueblo y en su propia familia»
Entonces te darás cuenta, según Jesús, que estarás en el camino correcto.
Tú no insistas, pero tampoco dejes de amarles. Ellos deben aprender que alguien que encontró a Dios es capaz de amar aun a quienes lo rechazan.