Una sociedad o una persona "empoderada", que sienta que puede lograr todo lo que se propone, nunca, pero nunca desarrollará la necesidad de agradar a Dios.
Eso puede no ser un problema hasta que dicha sociedad caiga en el consecuente caos o hasta que el individuo enferme o muera.
Si aprendiéramos de una vez y por las buenas que debemos esforzarnos por agradar a Dios, evitaríamos caer en muchas penurias sociales y personales.
Eso puede no ser un problema hasta que dicha sociedad caiga en el consecuente caos o hasta que el individuo enferme o muera.
Si aprendiéramos de una vez y por las buenas que debemos esforzarnos por agradar a Dios, evitaríamos caer en muchas penurias sociales y personales.
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