Los
niños y los jóvenes que tienen un concepto real de Dios, son mucho más
maduros, seguros de sí mismos y calmados. Pero no hablo de conocer al
"Niño Jesús", ni a un Dios castigador, ni a uno de solo misa.El Dios de
los jóvenes debe ser una compañero cotidiano, poderoso y sabio.
El problema es que muchas veces ese mismo Dios es desconocido para los padres y para las madres.
El problema es que muchas veces ese mismo Dios es desconocido para los padres y para las madres.
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