Muchos buscan las señales del Apocalipsis en grandes desastres, naturales o provocados; y no se dan cuenta de que llevan dentro de sí mismos dichos desastres, gracias a la forma de ver y de abordar la vida.
Lo peor es que no hacen nada para mejorarlo; como siempre, es más fácil buscar razones y culpables afuera de uno mismo, antes que reconocer las propias debilidades.
Bastaría ver los corazones de algunas personas para saber dónde está el Apocalipsis, qué es lo que se está destruyendo.
Lo peor es que no hacen nada para mejorarlo; como siempre, es más fácil buscar razones y culpables afuera de uno mismo, antes que reconocer las propias debilidades.
Bastaría ver los corazones de algunas personas para saber dónde está el Apocalipsis, qué es lo que se está destruyendo.
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