Jesucristo no murió por nosotros, Él murió PARA nosotros. Murió para sentar un precedente en el Cielo y así abrir sus puertas para todo aquel que con su esfuerzo personal se comporte como Dios Padre lo espera.
Que no te engañen. Con la muerte de Jesús no quedaste limpio. Por el contrario, su crucifixión y resurrección es el comienzo de la lucha de cada cristiano en honrar las enseñanzas de su Señor; y así poder llegar al Padre con Él lo hizo. Él demostró que es posible.
Que no te engañen. Con la muerte de Jesús no quedaste limpio. Por el contrario, su crucifixión y resurrección es el comienzo de la lucha de cada cristiano en honrar las enseñanzas de su Señor; y así poder llegar al Padre con Él lo hizo. Él demostró que es posible.
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