Con Jesús en tu corazón
Cuando Jesús se mete en tu corazón, puedes tener problemas como cualquier persona; pero los sientes de forma diferente que los demás. Enfrentas a los problemas, te duelen y los intentas resolver; pero sin albergar rabia, ni indignación, ni venganza, ni resentimiento, no desesperanza, ni odio. ¿Está Jesús? Déjalo entrar. Si lo necesitas, te enseño cómo.
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