El aceptar la crucifixión de Nuestro Señor Jesucristo debe significar para cada cristiano verdadero el estar dispuesto (de ser necesario) a perder: su bienestar terrenal; su comodidad humana; su posición social; sus propias personalidades terrenales heribles; en fin, simbólicamente cosas de su vida terrenal. Todo esto en función de honrar las enseñanzas que Jesucristo vino a dar.
Maestro, es hermosa la invitacion que nos haces a autoevaluarnos con cada uno de tus maravillosos carteles llenos de tanta sabiduria. En este caso con el don espiritual del "Desapego" a las cosas terrenales por su condicion de impermanencia. Me sorprendo pensando si la corona de espinas no es una invitacion a doblegar nuestra parte mental. Gracias Maestro por tu gentileza de hacernos llegar estas perlas espirituales, balsamo para nuestra alma y elixir para nuestro espiritu. Namaste
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